El ajolote y sus sorprendentes habilidades regenerativas
- Diario Columnas
- 19 abr 2024
- 2 Min. de lectura

Gissel Ruiz
El ajolote, conocido como el depredador anfibio que desafía el envejecimiento y la mutilación, sigue fascinando a científicos y amantes de la naturaleza por igual con sus increíbles habilidades regenerativas y su peculiar estilo de vida.
Este anfibio posee una capacidad única para regenerar miembros, músculos u órganos enteros. Cuando sufre una herida o es mutilado, las células debajo de la costra se dividen rápidamente para producir un blastema, una masa de células indiferenciadas que pueden convertirse en cualquier tipo de célula especializada. Esta habilidad lo convierte en un maestro de la regeneración, creando copias perfectas de los miembros amputados.
A pesar de su asombrosa capacidad para regenerarse, el ajolote enfrenta una amenaza existencial debido a la degradación de su hábitat natural. Confinado a los antiguos canales de agua y lagos del valle de México, esta especie ha visto reducido su territorio a menos de 12 kilómetros cuadrados, una fracción de lo que alguna vez fue su exuberante hogar.
El ajolote utiliza un enfoque multifacético para obtener oxígeno: a través de sus branquias externas, absorbiendo oxígeno por la piel y también a través de la garganta. Esta adaptabilidad le permite sobrevivir en su hábitat acuático, incluso en condiciones adversas.
Considerados carnívoros oportunistas, los ajolotes se alimentan de una amplia variedad de presas, desde moluscos y gusanos hasta larvas de insectos y pequeños peces. Su dieta variada refleja su capacidad para adaptarse a diferentes entornos y condiciones alimenticias.
A pesar de su notable capacidad de supervivencia, el ajolote se encuentra en peligro crítico debido a la invasión de su hábitat por aguas contaminadas, polución industrial y el impacto del cambio climático, que ha provocado sequías y temperaturas extremas.
El proceso de reproducción del ajolote es igualmente único, con el macho produciendo una cápsula sólida de esperma que es captada por la hembra para fertilizar los huevos. Esta reproducción peculiar refleja la adaptación de la especie a su entorno único.
Además de sus habilidades regenerativas, el ajolote posee órganos sensoriales especializados que le permiten percibir la electricidad, una capacidad que le ayuda a detectar movimientos de depredadores y presas ocultas en su entorno acuático.
El ajolote sigue siendo objeto de estudio y admiración por parte de científicos y aficionados a la naturaleza, demostrando que la biodiversidad del planeta aún alberga sorpresas y maravillas por descubrir.
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