Colonias de abejas en EE. UU. Enfrentan pérdidas históricas que amenazan la producción agrícola
- Diario Columnas
- 27 mar
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Gissel Ruiz
Las colonias de abejas melíferas en los Estados Unidos se encuentran en una situación crítica, enfrentando pérdidas sin precedentes para el presente año. Las proyecciones de expertos advierten que las poblaciones comerciales podrían reducirse entre un 60% y un 70%, un salto alarmante en comparación con las tasas anuales de entre el 40% y el 50% registradas durante la última década.
La polinización es esencial para el desarrollo de numerosos cultivos, y se estima que alrededor del 35% de los alimentos a nivel mundial dependen directamente de los polinizadores animales, principalmente las abejas, según cifras del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Frutas, verduras y frutos secos entre ellos manzanas, fresas, pepinos, aguacates y, de manera destacada, las almendras se encuentran en riesgo, mientras que cultivos como el café, el cacao y la vainilla también podrían verse afectados.
En California, principal productor mundial de almendras, la situación se torna especialmente crítica. Durante los meses de febrero y marzo, miles de colmenas son trasladadas a los campos de almendras para asegurar la polinización. Sin embargo, la escasez de colonias fuertes ha generado un incremento en la demanda de cualquier colmena en condiciones óptimas. Brandon Hopkins, profesor de ecología de polinizadores en la Universidad Estatal de Washington (WSU), declaró:
“Este año, los cultivadores de almendras están desesperados. Cualquier colmena con abejas vivas en su interior es demandada, lo que no habíamos visto desde los primeros días del colapso de colonias en 2008.”
La profesora Priya Chakrabarti Basu, especialista en salud de polinizadores y apicultura en la WSU, señaló que las drásticas pérdidas podrían deberse a la conjunción de múltiples factores estresantes. Entre ellos se encuentran las deficiencias nutricionales, infestaciones de ácaros, enfermedades virales y la posible exposición a pesticidas durante la temporada de polinización previa.
“Creo sinceramente que esto es el resultado de una combinación de múltiples factores, lo que ha llevado a mi laboratorio a centrar sus esfuerzos en estudiar cómo interactúan y afectan a los polinizadores”, afirmó Basu en declaraciones a ABC News.
La crisis no solo representa un desafío ambiental y ecológico, sino también económico para los apicultores. La incapacidad para mantener el número de colonias requerido para cubrir la demanda de polinización genera un ciclo de estrés que podría derivar en un aumento de quiebras dentro de la industria apícola. Los efectos acumulativos de estas pérdidas amenazan con desencadenar una crisis mayor en el sector agrícola, comprometiendo la estabilidad de los cultivos que dependen de este proceso vital.
Ante este panorama, científicos de la WSU y autoridades del USDA han puesto en marcha diversas iniciativas para mitigar el problema. Se están desarrollando soluciones para controlar la infestación del ácaro varroa, una de las amenazas más significativas para las abejas, y se intensifican las investigaciones orientadas a mejorar la nutrición de las colonias. Además, se hace hincapié en la necesidad de educar y capacitar a los apicultores en prácticas de manejo optimizadas que permitan enfrentar la alta demanda de polinización sin comprometer la salud de las colonias.
El USDA recalca que la polinización es un proceso esencial no solo para la seguridad alimentaria, sino también para la economía agrícola, que en 2023 alcanzó un valor de producción cercano a los 350 millones de dólares en la industria apícola. Las acciones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para revertir esta tendencia y asegurar la continuidad de un ecosistema agrícola robusto y diversificado.
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